Escenario Actual de la Xylella Fastidiosa
Cautela frente la alarma social y el oportunismo
Entrevista a la Dra. Estrella Funes López, experta en Sanidad Vegetal
Hablar sobre la xyllela fastidiosa debe de ser ya algo habitual entre los agricultores, una enfermedad que asocian al verticillium al no tener cura y que pretenden que no se extienda como lo ha hecho el verticillium en toda Andalucía. Sin embargo aún existe el desconocimiento, desinformación del tema por lo que en este artículo quiero hacer una breve descripción y por supuesto “dejar las cosas claras” para el agricultor no se encuentre vulnerable frente a los falsos bulos que le causen pavor y perjuicio económico. Desde mi posición, como técnico del departamento de Sanidad Vegetal de la Delegación territorial de Agricultura de la provincia de Jaén, intento resolver ciertas dudas al respecto y prevenir la entrada de esta bacteria.
La Xylella fastidiosa es una bacteria fitopatógena, que causa distintas enfermedades en diversos cultivos con una gran variabilidad en genotipo y fenotipo y una capacidad infectiva que depende del hospedante en el que se presenta y el genotipo de la bacteria. En estudios realizados por Feil–Purchel en 2001 para Xylella fastidiosa subsp fastidosa (y en concreto para la enfermedad de Pierce en viñedo) se evaluó el crecimiento vs temperatura, concluyendo que la xylella fastidiosa es sensible y limitan su supervivencia con temperaturas por encima de 34ºC o por debajo de 10 ºC, teniendo su crecimiento óptimo entre los 25 a 28 ºC
La X. fastidiosa está asociada a muchas plantas como comensalista (interacción biológica en la que uno de los intervinientes obtiene un beneficio, mientras que el otro no se perjudica ni se beneficia). X. fastidiosa se transmite de forma natural de unas plantas a otras con la ayuda de insectos vectores que se alimentan de la savia bruta de las plantas, exclusivamente por insectos chupadores de xilema, principalmente cicadélidos y cercópidos, sin embargo, muchos insectos pueden alimentarse de xilema, pero no transmitir la bacteria, ya que ésta necesita adherirse y multiplicarse en la cavidad bucal del insecto y además éste debe ser capaz de inocular la bacteria en una planta sana.
Hay varias cuestiones a aclarar y una de ella es que a diferencia del verticillium, no se tiene constancia de que Xylella pueda transmitirse por el agua de riego; otra cuestión es que la presencia de los vectores no implica necesariamente epidemia, por lo tanto aunque haya vectores presentes en nuestra parcela alimentándose y/o refugiándose en la cubierta vegetal que tenemos instalada si no la bacteria no está presente no caigamos en el alarmismo de eliminar la cubierta pues es mayor el perjuicio que el beneficio que se quiera conseguir; y por última cuestión muy importante es que en condiciones naturales, la mayoría de huéspedes son asintomáticos aunque con el caso del olivo ciertos síntomas pueden ser confundidos con otros como verticillium, deficiencias nutricionales u otras enfemedades.
A nivel particular, un agricultor puede llevar a cabo determinadas pautas que prevengan la entrada de la bacteria en su parcela, por ejemplo, la poda. Se debe realizar al menos una poda regular cada dos años en todas las parcelas de especies hospedantes arbóreas localizadas en las zonas demarcadas. Con ello, además de favorecer la aireación de la copa y por lo tanto un buen desarrollo de la planta, se reduce la cantidad de inóculo de bacteria.
Pero se debe tomar la precaución de no realizar podas en los días posteriores a la lluvia, puesto que se favorece la presencia de hongos en los cortes de la madera además de tratar las heridas de poda con protectores de la madera, para evitar la introducción de larvas perforadoras en la madera y por supuesto desinfectar las herramientas de poda antes de ser reutilizadas.
En el caso de que un agricultor tuviera la necesidad de adquirir plantas, para reposición o instalación de nuevas parcelas, siempre lo debe hacer en viveros debidamente autorizados, y con el correspondiente pasaporte fitosanitario. Así lo dicta la normativa al respecto junto con la obligación de dar aviso a las autoridades de sanidad vegetal ante cualquier síntoma sospechoso.
Por todo ello se debe tener presente ciertas preguntas
¿Tiene cura Xylella fastidiosa? ¿Existen tratamientos fitosanitarios?
No, actualmente no existe ningún tratamiento que sea capaz de “curar” la enfermedad, por ese motivo, evitar la llegada de la bacteria es la única manera de proteger cultivos y medio natural.
¿Los tratamientos de Oxicloruro de cobre, o Hidróxido de cobre, son efectivos en modo de prevención?
No, Xylella fastidiosa es una bacteria que se desarrolla en todas sus fases en el xilema de las plantas infestadas, por lo que la aplicación de cobre no seria efectiva. Los tratamientos de Oxicloruro de cobre y Hidroxido de cobre, son efectivos para las bacterias epifitas que desarrollan una de sus fases en el exterior de la planta, antes de introducirse en la planta y realizar su fase endofita, como ejemplo la bacteria de la tuberculosis del olivo (Pseudomonas savastanoi).
¿Se debe controlar el vector con tratamientos fitosanitarios?
No, el control del vector no debería realizarse en ausencia de la enfermedad. Actualmente no estaría justificada ninguna intervención salvo en zonas demarcadas con X.f. Si bien teniendo en cuenta que las ninfas de P. spumarius aparecen en vegetación espontánea dicotiledóneas, preferentemente en compuestas y neophilaenus campestris en gramíneas partir de marzo y los primeros adultos a final de abril. El control de las ninfas permitiría reducir la población de adultos que son los que transmiten la enfermedad para ello se podría enterrar los huevos incorporando los restos de cosecha tras el otoño podría reducir el número de espumas en la primavera siguiente.
¿Tiene cura Xylella fastidiosa? ¿Existen tratamientos fitosanitarios?
NO, sin embargo hay empresas que ven la oportunidad de hacer negocio con la desinformación del agricultor e intenta sacar beneficio del problema. Eso ocurre con una firma alemana que dice tener un producto a base de nano plata que aseguran ser efectivo contra la Xylella además de revolucionar la agricultura posibilitando la no utilización de fungicidas en los cultivos además de cumplir la función económica al costar tan solo 60 euros/l. también ha surgido otros productos a base de hidroácido de ácido cítrico, zinc y cobre que dicen reducri los síntomas de la enfermedad pero sin eliminar el patógeno.
Es cierto que cuando se tiene la posibilidad de perder el capital productivo y sustento de su familia cualquier agricultor está dispuesto a no arriesgar nada aunque tenga que hacer o probar determinadas estrategias, pero hay que pensar “con la cabeza fría” y no llevarse llevar por los productos milagro, por lo tanto Cautela frente a la alarma social y el oportunismo.