Bajo el título “Aplicaciones de interés en el campo de la metabolómica de alimentos: caracterización de productos y subproductos derivados del olivar”, la Dr.ª Lucía Olmo García, se ha alzado como ganadora de la 1º edición del galardón internacional “OPTIMUM OLIVETO” promovido por la Fundación Grupo Oleícola Jaén, para premiar la excelencia investigadora en el sector oleícola.
El jurado ha estado compuesto por nueve miembros de reconocido prestigio internacional, procedentes de los cinco continentes, y vinculados a la olivicultura y la elaiotecnia, con un elevado rango de experiencia en los campos de estudio propios y ligados a universidades, centros de investigación o sector privado, en todo caso con título de doctor o doctora. Se trata de D. Marino Uceda (España), Dña. Angelina Belaj (España), Dña. María Ángeles Peinado (España), D. Jorge Pereira (Uruguay), D. Melek Gurbuz Veral (Turquía), D. José Antonio La Cal (España), D. Monji Msallem (Túnez), Dña. Cristina Sánchez (España) y D. Juan Vilar (España).
Tras las deliberaciones, se ha otorgado además el premio accésit a la Dr.ª María Jesús Calderón Reina, por su tesis sobre las “Diferentes estrategias para minimizar la contaminación por plaguicidas de aguas superficiales y subterráneas en zonas olivareras”
El acto de resolución y entrega de premios se ha celebrado en la sala Jándula de IFEJA, en el marco de Expoliva 2019, dónde el presidente de la Fundación Grupo Oleícola Jaén, D. L. Carlos Morillo, junto con el Diputado de promoción y turismo de la Diputación de Jaén, D. Manuel Fernández Palomino, la Secretaría de la Fundación Grupo Oleícola Jaén, Dña. Carmen Morillo , D. Marino Uceda y D. Juan Vilar, como Presidente y Secretario del jurado Optimum Oliveto respectivamente, han hecho entrega de los diplomas de accésit y el primer premio de esta convocatoria. Así mismo, se ha entregado un cheque por el valor de 3.000€ a la ganadora, y posteriormente se procederá a la publicación del trabajo ganador.
La tesis de la Dr.ª Lucía Olmo García, versa sobre “el aceite de oliva como un claro ejemplo de alimento funcional, existiendo una fuerte asociación entre su consumo y la disminución del riesgo de padecer ciertas enfermedades, particularmente las provocadas por el estrés oxidativo. Este motivo, sumado a sus distintivas características organolépticas, que le otorgan un alto valor culinario, ha producido la expansión de su consumo por todo el mundo. Así, la globalización, está empujando a los productores a buscar la diferenciación de sus productos en un mercado cada vez más competitivo. Algunas estrategias empleadas se basan en utilizar etiquetado que haga alusión al origen geográfico o varietal del aceite, o bien, en intentar explotar la declaración de propiedades saludables debidas a algunos compuestos bioactivos. Aquí se analizan por partes 150 metabolitos en total susceptibles de diferenciación”